POR QUÉ ESCOGER ‘BELLEZA INVISIBLE’ COMO LECTURA DE VERANO, POR NATALIA DE LA VEGA

Natalia de la Vega, belleza invisible

Llega el verano, la operación bikini y ese momento en el que preparas los libros que vas a meter en la maleta antes de empezar tus vacaciones. La idea es llevártelos después a la playa envueltos en un pareo o dormitar con ellos en el regazo durante la zozobra de la siesta, ¿verdad? Pues quería invitaros a que entre esas lecturas os animéis a cargar con mi primer libro, BELLEZA INVISIBLE, entre vuestros bártulos veraniles.

Si estáis aquí, ya me conocéis, pero por si habéis llegado a este post por casualidad, os pongo en antecedentes de quién soy. Me llamo Natalia de la Vega. Tengo cincuenta y cinco años. Os diría que mido metro y medio, pero tampoco quiero exagerar… Bueno, con tacones seguro alcanzo. Soy la creadora de TACHA BEAUTY, centros de wellness donde contamos con los avances más ad-hoc del momento en todo lo que a belleza se refiere: técnicas manuales, de máquinas, productos científicos con años de investigación y que son prácticamente milagrosos… En definitiva, que entras a TACHA con la cara del toro que mató a Manolete y sales que no te tose ni Cindy Crawford. Sin exagerar, ¿eh?

Por qué Belleza Invisible

Después de observar a cientos de personas desfilar frente a mis ojos: hombres, mujeres, todos y todas y TODES (es que ahora hay que ser muy específicos con esto y hay más géneros que PALABRES…). Después de ver a tantísima gente buscando convertirse en la mejor versión de sí mismos, me he dado cuenta de lo importante que es cuidarnos, primero, para sentirnos bien; segundo, para dar lo mejor de nosotros a los demás porque nos sentimos bien; tercero, para causar una buena impresión en el trabajo, en nuestras relaciones con los demás, etc. Tu físico es tu carta de presentación al mundo y ya sabemos todos la importancia que conllevan las primeras impresiones… Pues con todo y con eso, lo que nos impregna al conocer a otro ser humano, lo que nos cautiva y lo que TRASCIENDE es esa aura invisible que nos acompaña y que es, ni más ni menos, quiénes somos, quiénes somos REALMENTE, quiénes somos por dentro. Hay una frase muy famosa que todos conocéis y dice: LO ESENCIAL ES INVISIBLE A LOS OJOS. Lo dijo Stevie Wonder… -No, hombre, no, que era una broma-… Lo dijo Antoine de Saint-Exupery. (Por cierto, que entra Stevie Wonder en la cocina de José Feliciano y coge el rallador de queso y dice… ¿Pero quién ha escrito esta gilipollez?).

Firma de Belleza Invisible en la feria del libro de madrid

 

El origen de Belleza Invisible

Poniéndonos serios de nuevo, pensando acerca de esa belleza que trasciende los ojos, empecé a perfilar mi libro BELLEZA INVISIBLE, que quizá alguno aquí habréis leído ya… Quizá no. Igual alguien os lo ha regalado, no os gusta leer y habéis encendido con él la chimenea. No pasa nada. Yo tengo la Biblia debajo de la pantalla del ordenador para subirla un palmo y que no me duela el cuello, con todos mis respetos por supuesto al libro más sagrado de la historia de la humanidad.

Antes de sentarme a escribir me pregunté, ¿quién soy yo realmente? ¿Cómo me ha moldeado este medio siglo de vida que acarreo ya a mis espaldas? (¡Y qué espaldas!, dirán algunos, baja Modesto que sube Natalia) Lo que yo soy hoy, eso es lo que percibirá la gente de mí, mi belleza invisible. Pues voy a hacer un recuento de aquellas épocas trascendentales que cambiaron mi vida, escribirlo en un libro y vamos a ver qué pasa… Si mi experiencia, si mis vivencias, pueden ayudar a alguien, con eso puedo darme con un canto en los dientes… Bueno, tampoco con un canto en los dientes, que los dentistas están por las nubes y no es cosa de que yo vaya por la vida diciendo CUÑAAAOOO. Imaginaos a la gente diciendo ¡qué desfachatez!, ésta desdentada hablando de belleza. ¡Y tan invisible, no te joe!

Obviamente empecé el libro hablando de amor, porque… ¿Quién irradia más luz y está más guapo que las personas enamoradas? Nadie. El amor es el mejor tratamiento de belleza que existe y que existirá. Y el desamor, uff, cuando uno tiene el corazón roto, te hagas lo que te hagas… Eso bien sabéis que no lo arregla ni un viaje a Lourdes.

Yo tuve la gran suerte, LA GRANDÍSIMA SUERTE, de enamorarme a los quince años del amor de mi vida, mi Charles de mi corazón. Carlos y yo estamos juntos desde que tengo memoria, así que era imposible que no estuviera en todos los capítulos de mi vida, muy a su pesar, todo hay que decirlo. Yo le iba pasando los capítulos según los escribía para que me diera su opinión. Pues según iba leyendo, le notaba cómo se iba poniendo colorado por momentos. “¿Pero Nata de verdad tienes que contar esto?” “Pues es que si hablo de mi biografía, ¡tendré que contarlo!” Y él me contestaba: “¿Pero yo qué culpa tengo?” Os vais a reír mucho conociendo a Carlos a través de mi relato, os lo prometo.

Obviamente, como en la vida de cualquier ser humano, al recordar ciertas etapas de nuestras vidas en ciertos capítulos, hemos llorado los dos y mucho también. Porque la vida es el ying y el yang, y donde hay mucho amor, las tristezas se viven también con mucha intensidad. Y la vida, como a todos, a nosotros nos ha dado algún disgustillo que otro… No me he ido deteniendo en cada varapalo, porque lo mío, lo mío, es reírme… Pero sí, hubo un golpe tremendo con el que la vida se encargó de partirnos por la mitad, al que le dediqué un capítulo completo, una de las pruebas de mayor dolor para cualquier ser humano, que es la de perder un hijo. Es una tragedia que en ningún momento quiero suavizar, porque el dolor es devastador y por respeto, por si alguien aquí lo ha vivido o lo está viviendo, no voy a decir de ninguna manera “que no es para tanto” o un “ánimo, que de todo se sale”, a la ligera. No. Lo que sí puedo decir es que para mí hubo un antes y un después. Sí. Fue un final… Pero no, no fue EL FIN. Con el tiempo aquello se convirtió en un despertar, en el comienzo de una nueva vida, fue lo que me catapultó a la vida empresarial y de todo ello, obviamente, tenía que hablar en el libro.

Ser un gran empresario no es tan difícil. Sólo hay que cumplir estos dos requisitos: Uno, SER VALIENTE; porque hay que serlo. Dos, tener un gran equipo y saber delegar. Los equipos en el trabajo, como en la vida, son imprescindibles para crecer. De todo ello os hablo en BELLEZA INVISIBLE.

¿Cuál es el secreto de una relación perfecta?

belleza invisible lectura de veranoY volviendo al terreno personal, mi Charles y yo, que somos también un súper equipo, llevamos la friolera de cuarenta años juntos, ahí queda eso. Sí, todavía estamos enamorados. Alguno dirá que no se lo cree, pero es verdad. Una de las preguntas que más nos repite la gente cuando nos conoce es: ¿Cómo habéis hecho para que funcione vuestra relación después tantos años? ¿Cuál es vuestro secreto? ¡Contadnos! Y yo os lo diría, en serio, pero no lo voy a hacer. ¿Por qué? Os estaréis preguntando algunos… ¡Pues porque si os lo digo, no vais a comprar el libro! Y yo estoy aquí por una razón, que no sólo de pan vive el hombre… Así que ya sabéis, si queréis saber cuál es el secreto de una relación perfecta, corred a una librería y ahí salgo monísima vestida de azul en la portada.

Uno de los capítulos preferidos de mis amigas en el libro ha sido el de la maternidad. Porque esa es otra… (Leed por favor con voz muy cursi) ¡Ya verás cuándo seas madre! ¡Es todo maravilloso!… Pero qué falsas, ¡qué falsas! Anda que si yo lo llego a saber… ¡Menuda pesadilla! Qué cosa más espantosa, eso del parto, de la lactancia, de las noches sin dormir, del final de tu vida social… ¡Eso de lo bonito de la maternidad es la mentira mejor contada de la historia! El acto de procrear, el acto en sí… ¡Debería de doler! Para pensarnos muy mucho que de verdad quieres un hijo. Luego sí… Es maravilloso y he tenido tres hijos como tres soles a los que quiero muchísimo. Pero eso de que verás qué bonito es todo, cuando te quedas embarazada y empiezas ya con la cabeza dentro del inodoro vomitando tres meses…

La verdad es que las cosas maravillosas de la vida rara vez coinciden con las más fáciles. Pero son esas cosas precisamente las que nos ponen a prueba, la forma en la que reaccionamos a las cosas nos dice realmente quiénes somos, de qué material estamos hechos, si somos blandengues como el merengue o fuertes como el hierro; si podemos sonreír frente a las calamidades, o vamos por la vida como Calimero; si tenemos empatía o somos unos siesos. Vivir persiguiendo nuestros sueños es aprender a vivir en medio de una tormenta constante, fuera de nuestra zona de confort… Unos hijos maravillosos, una pareja estable, un buen trabajo, ser madre y trabajar, o ser madre y empresaria… Y que todo ruede más o menos bien es una tarea TITÁNICA. Cualquier mujer lo sabe. Y yo creo que muchos hombres hoy en día, también. Queda algún troglodita por ahí, pero vamos, cada vez menos. Con todo y eso, la madre es siempre la madre. Si yo estoy trabajando y me llama mi hijo: ¡Mamá, que me duele la cabeza! ¿Qué hago? ¿Pero no está tu padre ahí? Sí… ¿Y por qué me llamas a mí? ¡Porque tu eres mi madre…! Manda narices, vamos…

Pues como decía, la vida nos va moldeando y nos va otorgando esa belleza que no se ve, ese halo que nos rodea… Hay personas que no son ni mucho menos guapísimas y entran en un cuarto y todo el mundo siente el carisma y se vuelven en un segundo el centro de atención. O un pobre hombre que lo ves y te dices para tus adentros, este tío es más feo que pegarle a un padre con un calcetín sudado… Y hablas con él y no hay nadie más atractivo en el cuarto cinco minutos después.

 

Presentación de Belleza Invisible en el Bless Hotel Madrid.

 

Esa es un poco la idea de mi libro. Las personas más espectaculares que he conocido son invariablemente las más auténticas. Las personas que son ellas mismas sin complejos de ningún tipo, que son quienes son y están orgullosas de serlo. Seguras de sí mismas, generosas y confiadas en que, como cantaba Annie, ¡Seguro que hay sol, mañana!… Que se cuidan, pero que no les obsesiona tanto verse bien como ser felices; que ponen más énfasis en cuidar de su familia que en mirarse al espejo; en hacer bien su trabajo, que en no partirse las uñas al llevarlo a cabo. Porque si es importante sentirse bien por fuera, es aún mucho más importante sentirlo por dentro. Sed personas auténticas, otro consejo infalible para esa aura de belleza invisible que todos cargamos.

Y, para terminar, que ya os estoy viendo bostezar, os resumo con una ecuación lo que es para mí la causa de la belleza invisible de las personas: EQUILIBRIO + ACTITUD. ¡EA!, como dicen los andaluces. E-quilibrio y A-ctitud. Es absolutamente cierto: LA ACTITUD ES TODO EN LA VIDA. Una buena actitud frente a los problemas es ORO. Te va a sacar de todo, va a cambiar tu historia, os lo prometo, empezando desde YA, y tiene que ver muchísimo con el diálogo interno que todos tenemos en la cabeza. En mi libro os doy unas pistas impresionantes para que seáis conscientes de vuestro diálogo interno.

QUE LA BELLEZA NACE DE DENTRO es una verdad tan grande como una catedral. Y me encantaría ahora que, los que hayáis leído el libro, me friáis a preguntas aquí debajo del post. Los que no, os recomiendo que lo compréis porque os va a encantar. Y si no, lo dicho, podéis encender con él la chimenea o comprar no uno, sino varios, porque son delgaditos, para subir la pantalla del ordenador, que se pasa fatal con las cervicales si no.

Natalia de la Vega
Fundadora TACHA BEAUTY
Autora de BELLEZA INVISIBLE

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